
Trenchas y gafas protectora.





Mojar la piedra en aceite para que resvale.

Haciendo presión en la punta y nunca levantar el mango porque se estropearía todo el proceso de afilado.





El último paso para conseguir el acabado perfecto sería pasar la trencha o la cuchilla del cepillo por una pieza de cuero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario